Destrozar una película (1ª parte)

Bueno, para empezar, que conste que no tengo intención de destripar una peli. No. Pero hace poco vi "La isla", y me vino a la mente un temilla que me resulta curioso: Cómo puede la productora destripar su propia peli con un trailer extenso. Y como ejemplo más desastrozo, tomaré la reciente peli de Michael Bay.
Si alguien vio el trailer pero aún no la peli, siento decepcionarle: salvo deleitarse con Scarlett o Ewan, no va a conseguir mucho más de la misma (bueno, anotamos también a Sean Bean, aunque va de repipi). Si viste ambas, creo que no te debió sorprender mucho. Para aquellos que ni una cosa ni la otra, me explico con más claridad.
El trailer es muy largo. Sencillamente, largo. Mucho metraje equivale a muchas imágenes, que muestran la colonia y las bases de la convivencia en ella. También da muchas pistas acerca de las acciones de los protagonistas (qué difícil es explicarse sin desvelar el argumento). Pero no sólo son las imágenes. La selección de los diálogos también tiene una puntería estupenda. Con lo que oyes, lo que ves y lo que puedes imaginar, te basta menos de un minuto para descubrir el meollo de la cuestión. Si, además, has leído el libro "Cromosoma 6" de Robin Cook, está todo hecho. En mi caso, esta coincidencia de situaciones me impulsó a ahorrarme los dineros y pasar de verla en el cine. Total, me hacía una idea bastante buena del argumento, siendo una peli de Hollywood podía suponer algunos finales válidos (creo que no me equivoqué en esto tampoco)... Conclusión: espero y la veo en dvd. El dinero, para ver otra cosa (creo que fue "Sin City", aunque no lo recuerdo bien).
Por favor, no sean torpes. Un trailer cinematográfico tiene como misión atraer al espectador, mantenerlo en suspense, crearle una expectativa. Pero si desaparece el suspense, la expectativa no se crea, sino que te la dan hecha... pues no tiene gracias. Sencillamente. Además, la mayoría de trailers sirven para que imagines cosas que no son (suelen ser "engañosos"). Este no.

¿Feliz día? Así, lo dudo

Mi nueva pantalla ha tomado el control. Si bien mi intención era postear acerca de una de las últimas pelis que he visto, esta mañana cambié radicalmente de opinión. La Isla puede esperar.
El motivo de este cambio es la imagen que recogió mi camarilla digital (juas juas, soy un peligro con ella). Fue la siguiente.

Vale que sea San Valentín: Que los escaparates se llenen de horteradas. Que te quieran hacer sentir culpable si no regalas nada a tu pareja. Que te bombardeen a través de todos los medios audiovisuales. Que tropieces sin cesar por la calle con ramos de flores ambulantes. Que te miren raro cuando afirmas: "Pues yo paso un poco de esta tontería" o "No, no hago regalos de San Valentín, ni tampoco los recibo. No me gusta". Pero hay que tener poca vergüenza para engalanar el coche de tu chica (bueno, habrá que ver si le perdona semejante numerito) como si fueras de boda, con el añadido de un oso polar gigante pegado con cinta adhesiva al techo. Además, no puede apreciarse bien, pero el susodicho osito tenía una nota gigante cogida del cuello con una cinta cuelgamóvil. Como una tiene más vergüenza que el autor, no llegué a acercarme para leerla, pero puedo imaginarla. La temática tiene dos opciones: "Te quiero un huevo" o "Perdona por ponértelos con la vecina del quinto".
Bueno, me voy corriendo al curro. Feliz día al que lo quiera tener, tanto si está o no enamorado, lo celebre hoy o cualquier día. Que lo pasen bien.