¿Feliz día? Así, lo dudo

Mi nueva pantalla ha tomado el control. Si bien mi intención era postear acerca de una de las últimas pelis que he visto, esta mañana cambié radicalmente de opinión. La Isla puede esperar.
El motivo de este cambio es la imagen que recogió mi camarilla digital (juas juas, soy un peligro con ella). Fue la siguiente.

Vale que sea San Valentín: Que los escaparates se llenen de horteradas. Que te quieran hacer sentir culpable si no regalas nada a tu pareja. Que te bombardeen a través de todos los medios audiovisuales. Que tropieces sin cesar por la calle con ramos de flores ambulantes. Que te miren raro cuando afirmas: "Pues yo paso un poco de esta tontería" o "No, no hago regalos de San Valentín, ni tampoco los recibo. No me gusta". Pero hay que tener poca vergüenza para engalanar el coche de tu chica (bueno, habrá que ver si le perdona semejante numerito) como si fueras de boda, con el añadido de un oso polar gigante pegado con cinta adhesiva al techo. Además, no puede apreciarse bien, pero el susodicho osito tenía una nota gigante cogida del cuello con una cinta cuelgamóvil. Como una tiene más vergüenza que el autor, no llegué a acercarme para leerla, pero puedo imaginarla. La temática tiene dos opciones: "Te quiero un huevo" o "Perdona por ponértelos con la vecina del quinto".
Bueno, me voy corriendo al curro. Feliz día al que lo quiera tener, tanto si está o no enamorado, lo celebre hoy o cualquier día. Que lo pasen bien.