Pantalla-adictos

625 líneas son suficientes para recoger todo un mundo, tanto real como imaginario, agradable o repugnante, curioso o gastado. "Adelante, navegante".

lunes, octubre 10, 2005

Aléjame esas tijeras

Es curiosa la industria del cine en la televisión. Viendo anoche "Los niños de San Judas", descubro por un comentario de la crítica que la versión definitiva para España recortó el metraje, dejando en ocasiones al guión con cojera. No sé si era mi estado de sopor generalizado (no por aburrimiento, sino por sueño), pero algo no encaja del todo. Además, el nuevo prodigio del cine español, Juanjo Ballesta, casi no asoma el hocico (como se suele decir por estas tierras) en toda la peli. Y eso que estuve atenta para pescarlo, sabiendo que salía en ella. Pero este suceso me recordó otros que me gocé en el pasado, y que paso a rememorar.

Si eres uno de los pobres incautos que viste "Homicidio en primer grado" en Telecinco, te advierto que faltan cachitos de cinta en esa emisión. No daba tiempo para emitirla entera con anuncios incluidos, así que metieron tijera a base de bien. Esto lo comprobé porque ya había visto la peli en canal + (que asco de pija soy) y faltaban trozos que, si bien no alteraban el argumento principal, ayudan a atar cabos. No estamos hablando de censura por la ideología o algo así (que sería también grave), sino de tijeretazos casi al azar para reducir una película sin que se note.

Pero mucho más impactante para mi fue el caso de "La bruja novata". Esta película infantil, que combina animación con personas reales, era un musical... y yo sin saberlo. Durante años en mi infancia y juventud vi esa película con mis hermanas, grabada de Televisión Española. Es completamente coherente, no falla nada. Cuando la emitió Canal Satélite (sí, ya lo sé, más pijería), descubrí la cantidad de números musicales que extirparon a la pobre peli en su momento. La "versión corta" sólo tenía 3 numeritos musicales, que contenían escenas esenciales en la historia. Pero en la "versión larga" las canciones se sucedían y, al margen de los gustos por el musical infantil de cada uno, es vergonzoso cómo rapiñaron todos esos minutillos al metraje original.

Y aún peor: ¿cuántas películas más habremos vsito mutiladas?